26 ago 2011

Agua Potable


Muchos hogares tienen el hábito de esterilizar su agua con pastillas de Micropur, que son pastillas de dióxido de Cloro.

En tiempos modernos, más allá de las bacterias debemos preocuparnos de otros invasores más peligrosos, e interminables en nuestro tiempo de vida, los metales pesados. Llámese cadmio, plomo, arsénico, mercurio y por supuesto el Cloro. Ponerle cloro al agua es añadir insulto sobre una ofensa. El cloro en particular actúa negativamente sobre el Yodo del cuerpo y puede agravar condiciones de tiroides, y cáncer entre otros. Tanto el Flúor como el Cloro tienen la capacidad de perturbar la fisiología del Yodo.
Recomendamos no usar estos productos para “purificar” el agua.

A continuación les damos un extracto del reciente libro del Dr. Sacha Barrio Healey bajo el sello de Editorial Planeta Perú, La Nutrición Inteligente - Guía Práctica de Alimentación y Gastronomía Viva.


Las estructuras del agua y la sangre
Todo lo que existe en la tierra, es producto de vibraciones y radiaciones. Un hallazgo sutil de la ciencia moderna es reconocer que el agua además de la necesidad de ser pura, libre de metales pesados y compuestos órgano-fosfatados, también deberá estar libre de contaminación vibracional. El agua presenta una estructura hexagonal en su estado natural cuando es agua viva resplandecida por el sol, cuando se deshiela y por medio de una burbujeante moción se impacta con el canto rodado, se mineraliza y activa. En este estado ofrece numerosas virtudes medicinales.


Nuestra sociedad se halla aterrorizada por la presencia de microorganismos en el agua, y razona que al hervirla quedará potable. Otros más perspicaces temen la presencia de metales pesados en el agua; el cadmio, arsénico, plomo y aluminio hacen de nuestra agua un transparente consomé de toxinas. Estos últimos son aun más peligrosos que las bacterias, pero por lo general pasa inadvertida la ingesta de agua muerta, agua estática, agua desvitalizada y sin potencia geométrica, agua sin luz solar, donde se ha perdido la cristalina estructura hexagonal que le es propia. Desde el agua que consumimos hasta los alimentos, todo debe de ser alimento con coherencia en sus patrones de energía.


La mejor manera de consumir agua es beberla de un manantial puro, donde actúan, el sol, la arena, las rocas y el aire puro. Como para muchos eso no es posible, es importante filtrar el agua con un filtro de carbón activo para remover metales pesados. En algunos casos estos metales pesados no son eliminados por este proceso de filtración en cuyo caso, podemos recurrir al sistema de osmosis inversa. Este último, si bien elimina completamente todos los peligrosos metales pesados del agua, tiene el inconveniente de dejarnos un agua demasiado refinada, sin los minerales buenos e importantes del agua, en esos casos es recomendable suplirlos con una pizca de sal rosada, la cual contiene una rica concentración de más de 84 minerales. 
 
Para remineralizar el agua también se pueden adquirir minerales coloidales que provienen de la Antártida. Cuando se le agregan minerales al agua, deben de ser batidos con una cuchara de palo, en forma circular, haciendo que el agua burbujee y se agite en forma de remolino, se debe de continuar revolviendo por lo menos unos 3 minutos. Luego se coloca sobre envases de vidrio, y se pone a descansar en la ventana, o cualquier lugar donde pueda recibir los rayos del sol, para ser magnetizado por fotones solares.






Fuente: Dr. Sacha Barrio Healey
Edición y Diagramación: Chef Vittorio