Acerca de mi

Quién Soy



¡Todo gran cambio empieza desde adentro!
- Chef Vittorio -
Nací en la costa peruana. Más exactamente en Lima, en una madrugada  en pleno verano. Soy un orgulloso hijo de inmigrantes cuzqueños que se afincaron en la capital desde jóvenes para desarrollarse y crecer formando una familia.


Crecí con la influencia de aromas y sabores de los Andes adaptados a la capital, así como deliciosos platillos de la Costa con toques y técnicas del sur, algunos potajes de la Amazonía, comida Criolla incluyendo el muy variado y adaptable Chifa y comidas de la alta Culinaria Internacional que fueron fusionándose entre sí y que devinieron en mi reconfortante Comida de Hogar.
Todo esto en el seno de una gran familia en donde no sólo se ponderaban los diversos potajes sino que en la mesa y sobremesa también participábamos de diversos temas.

Temas que iban desde la ingeniería, cultura, política, pasando por el arte, la literatura, geografía nacional y mundial e idiomas del Perú y el mundo. Asimismo tocábamos temas de filosofía, valores morales, buenos modales, arte culinario, regresando siempre a la ciencia y la realidad nacional. 

Recuerdo que de pequeño ayudaba a mamá a escoger y lavar el arroz y la quinua antes de prepararlos, o a pelar arvejas y habas o simplemente pasándole los diferentes ingredientes o utensilios de cocina para preparar la comida del día. Afilar los cuchillos para luego limpiarlos o enjuagar las ollas antes de usarlas, eran procedimientos conocidos desde pequeño. En época de colegio o vacaciones, cuando mamá no contaba con las muchachas que la ayudaban en  los quehaceres del hogar, aprendía a regañadientes a lavar y secar el servicio completo, limpiar las mesas y reposteros, barrer y trapear el piso de la cocina, y los fines de semana a hacer las compras en el mercado y el súper; y ordenarlos en la alacena y en la refrigeradora, previamente descongelada, limpia y lista para usar... o simplemente a moler el ajo con una piedra negra que recogieron de un río en Huachipa, según recuerdan.

Pero también recuerdo ayudar a papá desde cambiar un foco, pasando por arreglar los caños y tuberías, tomacorrientes, enchufes, sockets (portalámparas) y empatar cables para hacer una extensión de corriente para la lustradora o aspiradora; hasta ayudarlo a arreglar los televisores de casa viendo complejos sistemas de tubos y circuitos electrónicos. Soldar con el cautil (cautín) o la pistola de soldar fueron habilidades que desarrollé desde pequeño, y el usar las diferentes herramientas o conocer ciertos mecanismos ya sea del auto familiar, de la licuadora de mamá o mi propia bicicleta se convirtieron en pasatiempos... a veces simplemente arreglaba con papá alguna olla o adorno de mamá que algunos de nosotros (los 6 hijos) habíamos malogrado o roto.

Con tanta información y sensaciones en mi cabeza y corazón, me inclinaba más por las artes sin dejar la parte lógica en cada cosa que hacía.

La música es una de mis pasiones, así como los idiomas y la cultura; especialmente de nuestros pueblos autóctonos de América y del Lejano y Medio Oriente. Todo tenía que ver con música... el aprender idiomas o reconocer por el sonido si era agua fría o caliente cuando se vertía en un recipiente o caía al piso desarrolló mi sentido del oído. Aprendí a tocar guitarra y por mi cuenta aprendí a sacarle buenos sonidos a otros instrumentos, aprendiendo a hacer arreglos y a componer.

Pero mi inquietud por el arte no quedó allí y la tecnología aplicada al arte. Inspirado por programas de la tele tan diversos como los documentales de Jacques Cousteau a bordo del Calypso, películas de ciencia ficción o apreciar y salivar al ver a Teresa Ocampo, Carmela Rey o Alida Chiang enseñando a cocinar, así también a cocineros invitados como la recordada Teresita Izquierdo, Angélica Sasaki o a Jorge Lam y Toshiro Konishi… y desde España al gran Karlos Arguiñano con su "fundamento". Ver los diversos documentales japoneses, chinos, taiwaneses, coreanos o alemanes… programas peruanos de capacitación en mecánica, electricidad o industrias alimentarias que pasaban por Canal 7… películas y series que solía ver por la televisión nacional y videos en Beta o VHS que a veces papá traía de sus viajes… o ver programas de diversos países luego de instalar con él y mis hermanos la antena parabólica, es que me llevaron a introducirme al mundo de la Producción Audiovisual y posteriormente al mundo de la Computación e Informática (Hardware, Software y desarrollo en la Web 2.0 / 3.0); herramienta que he visto evolucionar hasta estos días y que está ahora de manera casi omnipresente en las diversas actividades del quehacer humano.

No puedo dejar de  mencionar influencias más cercanas en cuanto a cómo concibo la cocina y la comida en sí y éstas influencias son: 
  • Mi madre, pequeña y delicada pero grande y fuerte para llevar un hogar con 6 hermosos hijos  :-) ... hace maravillas con los ingredientes más sofisticados o con los más sencillos, inclusive con lo que queda antes de hacer de nuevo las compras. Intrépida, incluso para preparar y ponerle su sello a preparaciones que veía saborear a sus "caseras" del mercado y que nosotros celebrábamos con un "¡Está buenazo!".
  • Mi abuelita materna, quien le enseñó a mi madre sus recetas y quien la misma Teresa Ocampo quería que la acompañara en la Tele. Está demás decir que, con ese reconocimiento a mi "Mamáma Elbita", su nivel culinario era muy alto. Además tenía que agradar a un paladar tan exigente como el de mi abuelo quien fue educado profesionalmente en el París de antaño.
  • Mi padre, quien aprendió a cocinar cuando mi madre estuvo muy resfriada y nosotros aún eramos pequeños. Él es una persona que nunca le tuvo miedo ni vergüenza a las labores domésticas a pesar de tener una profesión muy diferente como es la Ingeniería desarrollándose y ocupando altos cargos directivos tanto en el sector público como privado y obtener reconocimiento nacional e internacional además de pertenecer a una generación en donde las labores domésticas sólo eran señaladas para las mujeres.  Rememoramos con alegría que a manera de "plagio" usaba el libro de "Misia Peta" para preparar deliciosas recetas de pescado; el libro aún tiene las "huellas" de estas "aventuras culinarias".
  • Mi hermana, la primogénita entre los 6 hermanos, quien desde muy pequeña se tuvo que enfrentar a las hornillas y al horno cuando mi padre estuvo de viaje, mi madre en la maternidad esperando al último de nosotros y mi mamáma Elbita en cama. Aprendió en la "cancha" entre idas y venidas de la cocina al dormitorio donde estaba mi abuelita quien le daba indicaciones sobre cómo hacer el almuerzo para la casa. También le entraba a la repostería y sus "conejillos de indias" (sus hermanos) nos deleitábamos dejando limpias las ollas... con nuestras cucharas. Ahora es muy creativa y veloz en la cocina y una crítica de temer  :-)
  • Mi abuelita paterna, quien fue profesora de colegio y que incluso llegó a enseñarle a mi tío abuelo materno. Mi mamáma Meche era una mujer muy noble y esforzada quien supo criar, formar y educar a mi padre. No era una cocinera experta debido a sus labores educativas, pero a pesar de ello sabía darse tiempo para la cocina. Fue ella quien me entrenó en lectura desde muy pequeño pidiéndome que leyera los carteles, anuncios y nombres de las calles mientras papá la llevaba en el auto a nuestra casa para pasar el día con ella. Recuerdo con mucho cariño un día en que ya viviendo muy cerca a nosotros fui a su departamento para que me repasara en una materia escolar. Luego me sirvió un almuerzo sencillo, nada de alta cocina, pero con un ingrediente secreto que nunca debe faltar: Mucho amor. Los platillos me los devoré ávidamente, agradecido por su cariño y su ejemplo. De ella y mi padre me viene la vena de la docencia.

Después de algunos años en que venía desenvolviéndome en la Producción Audiovisual y Fotografía, incluso en el Ambiente Musical y la Informática, decido incursionar en el Arte Culinario estudiando primero Gestión de Restaurantes y luego Cocina (Peruana e Internacional), ambos en Le Cordon Bleu Perú. Antes de esto último, ya había ganado experiencia laborando en el "Pañol" (Almacén de Cocina) del CENAV (Centro Naval) del Callao. Pero mi inquieto espíritu y mente no se quedaron allí y estudié Agricultura Orgánica en el INIA (Instituto Nacional de Investigación Agraria) y realizaba servicios de Catering y Eventos.

Pasado un buen tiempo, razonando y viviendo en carne propia sobre la influencia de la comida en la salud, unido a mis conocimientos en Nutrición, Bromatología, BPM y HACCP del Cordon Bleu, además de conocimientos en artes marciales como el Kung Fu, Tai Chi y Wing Chun; ejercicios para la respiración y salud en general como el Jogging, Liangong y Yoga, es que me introduje en el mundo del Veganismo y Estilo de Vida Saludable, teniendo una interesante capacitación del Hallelujah Diet & Lifestyle Center aquí en Lima.

Continué investigando la relación Culinaria-Salud para posteriormente estudiar Cocina Vegetariana con la maestra taiwanesa Susan Liu. Finalmente realicé Consultorías para Restaurantes, en las cuáles apliqué los conocimientos adquiridos a través de los años y que me hicieron confirmar que aún hay mucho por hacer por nuestra Cocina Peruana a nivel profesional y en casa, y que esta actividad no sólo debe limitarse a obtener un buen sabor y/o buena presentación; va mucho más allá. 

Es una labor de continuo aprendizaje, conocimiento, investigación, responsabilidad, creatividad e innovación.

Con influencias de la Culinaria Regional Peruana y la Culinaria Oriental; y como Libre Pensador es que vengo desarrollando una Cocina Saludable… pensada, pero fácil de hacer y sin dejar de ser rica al paladar... una Nueva Cocina Peruana equilibrada para estos tiempos.




Misión

Decidí crear este servicio de capacitación a domicilio para llevar a los hogares estos conocimientos y experiencia adquiridos a través de los años, los cuáles estoy seguro que serán de mucho beneficio para toda la familia y la comunidad en general.



Visión

Mi sueño es ver una nueva generación sana, bien nutrida y alimentada, útil y pensante y con amor por lo nuestro, respetando y aprendiendo de otras culturas para adaptarlas a nuestras necesidades individuales y cohesionar de esta manera a la familia. Y que esta nueva propuesta que ofrezco vaya evolucionando y se multiplique llegando a los lugares más recónditos de nuestro país, adaptándose a sus necesidades, bolsillos y de acuerdo a los recursos que su tierra les ofrece.